Como parte de la celebración de sus 20 años, la Asociación Colombiana de Bipolares, llevará a cabo, su IX Simposio con el apoyo del Centro de Estudios Sociales (CES) de la Universidad Nacional de Colombia. El simposio tratará sobre qué conoce hoy la genética sobre el TAB y qué perspectivas de tratamiento se abren, cuál es la contribución de las intervenciones psicosociales para alcanzar la estabilidad y discutirá el uso del concepto de discapacidad para el trastorno afectivo bipolar.
Desde hace algunos años se puso de moda llamar “bipolar” a cualquier persona que tiene altibajos emocionales o que pasa por repentinos momentos de alegría o tristeza intensa. El término se usa irresponsablemente, porque insensibiliza el verdadero sufrimiento de los pacientes y desconoce además el drama de las familias que tienen que aprender a convivir con un ser querido que padece este trastorno.
Y es que es no es un chiste. El Trastorno Afectivo Bipolar (TAB) es una enfermedad psiquiátrica grave y crónica que afecta el estado de ánimo, las emociones y la conducta de quien la padece haciéndolo oscilar entre picos de euforia incontrolada y repentinos estados de depresión aguda. Es decir al bipolar se le califica como una persona incomprensible, inestable e inadaptada.
La bipolaridad es una especie de montaña rusa de la mente. La persona que padece de trastorno afectivo bipolar se caracteriza por vivir estados emocionales extremos, que van desde la energía excesiva y la euforia hasta la depresión y los pensamientos suicidas. Sus estados de ánimo cambian bruscamente de un extremo a otro.
Este desequilibrio emocional, es lo que hace tan difícil comprender y convivir con las personas afectadas por este trastorno. Las reconocidas cantantes, Demi Lovato y Britney Spears, el actor Rusell Brand, Catherine Zeta Jones, Mel Gibson, los comediantes Jim Carrey y Ben Stiller por nombrar algunos famosos, los une además de la fama y el reconocimiento en el mundo entero, padecer esta enfermedad que para muchos es motivo de burla, estigma, maltrato social e incluso laboral.
Por lo general el TAB se manifiesta en la adolescencia o durante la primera adultez y continúa a través de toda la vida. Hay casos sin embargo, en que la enfermedad bipolar, ha sido diagnosticada en niños menores de 12 años, aunque es poco frecuente que se manifieste en esta etapa de la vida. Lo más grave es que en la mayoría de los casos, está mal diagnóstica y puede confundirse con el trastorno del déficit de atención y del comportamiento perturbador, llevando a los pacientes en la mayoría de casos, a vivir estigmatizados, bajo señalamientos, incomprensión y un sufrimiento social y familiar de grandes proporciones. Es por esta razón, que se hace tan necesario acudir a una evaluación psiquiátrica para recibir un diagnóstico temprano, meticuloso y acertado. Cabe aclarar que el psiquiatra es el único profesional en salud que está facultado para hacer esta clase de evaluación y diagnóstico.
Causas
Las causas por la que una persona puede desarrollar un trastorno afectivo bipolar no están claramente establecidas. Sin embargo, los estudios demuestran que aunque no hay una conexión genética específica al trastorno bipolar, entre el 80% y el 90% de las personas que conviven con esta enfermedad, tienen parientes con alguna forma de depresión.
Otras investigaciones realizadas, demuestran que la enfermedad puede deberse a un desequilibrio en la producción de neurotransmisores, los cuales son sustancias químicas producidas por el organismo con el fin de llevar información coordinada y contínua entre las neuronas y todo el sistema nervioso. En el cerebro y todo el proceso mental y emocional intervienen más de 60 neurotransmisores siendo la serotonina, la dopamina, la adrenalina y la oxitocina algunas de las más importantes.
La poca o mucha producción de alguna de ellas crea todo un desajuste orgánico. Y esta no es la excepción. También se ha demostrado que acontecimientos de alto impacto emocional o estresantes, tales como la muerte de un ser querido, una ruptura o una enfermedad física, pueden ser disparadores de un TAB.
Síntomas
Los llamados “episodios anímicos” del trastorno bipolar incluyen cambios extremos en las emociones asociados a alteraciones inusuales en los hábitos de dormir, niveles de actividad, pensamientos o comportamiento. Las personas con trastorno bipolar pueden tener episodios maníacos (caracterizados por la hiperactividad) o episodios depresivos o episodios “mixtos”. Estos episodios pueden durar días e incluso semanas, siendo todos ellos de un nivel intenso. Las personas que están teniendo un episodio maníaco pueden:
- Sentirse muy activas o felices. Nerviosas o aceleradas
- Tener problemas para dormir
- Hablar muy rápido sobre muchas cosas diferentes
- Estar agitadas, irritables o muy sensibles
- Pensar muy rápido y hacer muchas cosas a la vez
- Hacer cosas arriesgadas, como gastar mucho dinero o tener sexo de manera imprudente e incontrolada.
Por su parte las personas en episodios depresivos se caracterizan por:
- Sentirse muy “decaídas” o tristes
- Dormir demasiado o tener insomnio
- Sentirse preocupadas y vacías
- Olvidarse mucho de las cosas y tener problemas de concentración
- Comer demasiado o muy poco
- Cansancio extremo
- Pensar en la muerte o el suicidio
Tratamiento
El objetivo de cualquier tratamiento es ayudar a mantener el ánimo estable y a aliviar los síntomas maníacos o depresivos. Para ello el cuerpo médico formula medicamentos antipsicóticos, estabilizadores del estado de ánimo o antidepresivos, dependiendo la fase o episodio por la que esté atravesando el paciente.
Entre los medicamentos mayormente formulados están el litio y el ácido valproico, gracias a que han demostrado ser efectivos y no tener efectos secundarios graves sobre el organismo, aunque en algunos casos pueden presentarse aumento de peso, mareo y sed. Únicamente en casos muy extremos, los pacientes requieren de tratamiento hospitalario.
Las terapias de conversación y la psicoeducación han demostrado ser una herramienta excelente en el manejo del TAB , gracias a que se crea un ambiente propicio para hablar, reflexionar y expresar lo que vive, siente y piensa cada paciente a la vez que se buscan recursos cognitivos y conductuales para controlar los episodios y evitar las recaídas. La Asociación Colombiana de Bipolares, cuenta con un tratamiento integral, tanto para los familiares como para los diagnosticados.