6.5 años es lo que tarda en promedio un paciente con algún tipo de incontinencia en ser diagnosticad
* 50% de los adultos mayores de 65 años son afectados por esta condición.
* Más de 200 millones de personas en el mundo son afectados por la incontinencia
* La neuromodulación sacra ha ayudado a cientos de miles de personas a controlar los síntomas de esta condición.
La incontinencia es un problema que sigue ganando terreno. De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud, este problema afecta al 24% de la población general en algún momento de su vida y al 50 por ciento de las personas mayores de 65 años. Lo anterior se traduce en que más de 200 millones de personas en todo el mundo, sufren de esta condición que si bien no distingue genero afecta mayormente a la población femenina.
Las anteriores cifras evidencian la importancia de generar conciencia en torno a la incontinencia urinaria y/o fecal y sus opciones de tratamiento. Dos condiciones médicas frecuentes que tienen consecuencias sociales, sexuales, interpersonales y profesionales vergonzosas; y que son potencialmente desestabilizantes, en tanto que pueden causar aislamiento social y afectan drásticamente la calidad de vida de quien las padece.
En Colombia no existen cifras oficiales sobre incontinencia. Precisamente, para conocer cómo esta patología afecta a los colombianos, la Fundación Santa Fe en cabeza del urólogo Mauricio Plata, adelanta un estudio sobre la prevalencia de los síntomas del tracto urinario en el país.
“Es clave que la población general tenga claro que la incontinencia urinaria y fecal son condiciones de salud serias que no son parte normal del proceso de envejecimiento. Por esto, romper el silencio y consultar con un profesional de la salud sobre las alternativas de tratamiento a largo plazo es de suma importancia”, afirmó el Doctor Mauricio Plata, jefe del departamento de urología de la Fundación Santa Fe de Bogotá y Presidente de la Sociedad Colombiana de Urología.
Los costos sociales de los trastornos del control de la vejiga y el intestino también son altos; aún los síntomas leves afectan el funcionamiento social, sexual, interpersonal y profesional de aquellos que los sufren. Los pacientes que sufren incontinencia normalmente tienen dificultad para realizar actividades diarias simples, tales como trabajar, realizar las compras, viajar en automóvil o ver una película por temor a sufrir vergonzosos episodios de incontinencia o por no encontrarse cerca de un baño. Estas personas en su mayoría sufren en silencio.
El tratamiento de estas condiciones incluye cambios de dieta y estilo de vida, ejercicios físicos, medicamentos anticolinérgicos y la neuromodulación sacra o estimulación del nervio sacral. Esta última se realiza a través del implante de un neuroestimulador por debajo de la piel en la zona superior de los glúteos. Éste actúa en forma similar a un marcapasos: estimulando los nervios sacros, encargados de controlar el funcionamiento del piso pélvico, con impulsos eléctricos leves, restaurando la comunicación entre esta zona del cuerpo y el cerebro. Logrando como resultado unos patrones más normales de evacuación.
La neuromodulación sacra o estimulación del nervio sacral es una terapia actualmente aprobada por diferentes cuerpos regulatorios incluidos el INVIMA, COFEPRIS y la FDA. Como el silencio es el peor enemigo, ahora se está lanzando el portal www.retomaelcontrol.com donde los pacientes podrán expresar sus dudas de una manera privada.
Causas y Factores Contribuyentes
* En algunos pacientes, la incontinencia urinaria es causada por una comunicación deficiente entre los nervios. Específicamente, el cerebro y nervios sacros, encargados de controlar la vejiga, no se comunican correctamente y los nervios le indican a la vejiga que debe liberar orina en el momento equivocado.
* El embarazo y parto, obesidad, debilidad de los músculos de la pelvis, diabetes, cáncer o cálculos en la vejiga y trastornos neurológicos pueden contribuir a la hiperactividad de la vejiga. Cierta medicación o el sedentarismo también pueden contribuir a este riesgo.
Tratamiento
* Técnicas de conducta: incluyen cambios en el estilo de vida, modificación de ingesta de líquidos y dieta, reentrenamiento de la vejiga, ejercicios de Kegel y otros tipos de fisioterapia.
* Medicación oral: su mecanismo de acción está dirigido a los músculos asociados con la función de la vejiga. Sin embargo, estos fármacos pueden causar efectos colaterales como sequedad bucal, constipación, trastornos oculares o acumulación de orina, que, en algunos casos, no son tolerados.
* Neuromodulación Sacra de Medtronic: administrada por la terapia InterStim para el Control Urinario, es el primer sistema en el mundo que administra leves pulsos eléctricos para estimular los nervios que controlan la vejiga y músculos relacionados con la micción; se trata de un implante mínimamente invasivo que estimula la comunicación entre el cerebro y los nervios para que la vejiga funcione correctamente y puede ser una opción para pacientes que sufren síntomas de hiperactividad de la vejiga (OAB, por sus siglas en inglés) o retención urinaria (no obstructiva) que no han logrado resultados favorables con tratamientos conservadores o que no los toleran.
Las personas que presentan algunos de los síntomas asociados a la enfermedad (pérdida involuntaria de orina y/o heces, tener que ir al baño con mucha frecuencia, insomnio causado por la sensación constante de necesidad de orinar, dolor abdominal, diarrea, entre otros) deben consultar con su médico. Sólo un profesional de la salud puede confirmar el diagnóstico y determinar el tratamiento indicado.