“La detección temprana, el diagnóstico y tratamiento oportuno de la artritis mejoran la calidad de vida, la funcionalidad, el desempeño laboral – social y el riesgo de generar discapacidad en los pacientes con la enfermedad”.
Pacientes bien informados contribuyen a un adecuado manejo de la artritis, enfermedad que causa impacto significativo en los sistemas de salud, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, OMS.
La Artritis Reumatoide, cuya sigla es AR, es una enfermedad articular autoinmune, crónica e inflamatoria, que origina dolor, inflamación, rigidez y pérdida de la función de las articulaciones comprometidas. Hace parte del grupo de enfermedades que se desarrollan por auto-ataque del sistema defensivo hacia el mismo cuerpo (enfermedad auto-inmune), desencadenando dificultad para realizar las actividades cotidianas.
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A nivel mundial la incidencia de AR es de aproximadamente 3 casos por 10.000 habitantes y la prevalencia es aproximadamente del 1%. Afecta más a las mujeres que a los hombres y puede presentarse en personas de piel blanca, mestiza o negra en cualquier momento de la vida, es decir, a cualquier edad.
De acuerdo con el doctor José Fernando Molina, especialista en reumatología, existen diferentes factores que incrementan la posibilidad de sufrir AR, entre los cuales se encuentran: la susceptibilidad genética, sexo y edad (su diagnóstico es más frecuente en mujeres entre los 30 y 60 años), obesidad, tabaquismo, agentes infecciosos y factores hormonales, nutricionales, socio-económicos y étnicos.
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Al ser una enfermedad en donde el cuerpo se “ataca a sí mismo”, resulta fundamental el acompañamiento profesional desde el inicio en la fase de detección, diagnóstico y tratamiento de la Artritis Reumatoide.
No todos los pacientes que presentan este diagnóstico tienen deformaciones en las manos y en las articulaciones, por ello es importante tener en cuenta los signos de alerta asociados con esta enfermedad mencionados a continuación:
- Inflamación de una o más articulaciones: aumento del volumen de la articulación (inflamación) asociado a disminución del movimiento y aumento del calor local
- Rigidez matinal: entumecimiento e incapacidad de mover una o varias articulaciones durante más de 15 minutos al despertarse
- Sensación de fatiga
- Falta de energía y fuerza
- Fiebre
- Cansancio
- Pérdida de apetito y peso sin causa evidente
Cabe resaltar que la AR puede diferenciarse de otros tipos de artritis, por las articulaciones que comúnmente se ven afectadas y por la simetría de su sintomatología, es decir, generalmente ambas partes o lados del cuerpo se ven involucrados; siendo en su mayoría manos, codos, hombros, cuello, mandíbula, caderas, rodillas, tobillos y pies.
Según la cuenta de alto costo “la artritis reumatoide representa una enorme carga económica para la sociedad, en términos de costos médicos directos e indirectos que incluyen los salarios perdidos y el tiempo de los cuidadores; costos intangibles derivados del dolor, fatiga, disminución de la autoestima u otros problemas psicológicos”.
El papel del paciente en su tratamiento
Según el doctor José Fernando Molina, especialista en reumatología “en general los pacientes y familiares tienen un gran desconocimiento sobre las diferentes formas de artritis y creen que solo existe una enfermedad. Aproximadamente 150 a 200 enfermedades afectan directa o indirectamente las articulaciones o tejidos periarticulares. En particular, existe mucha falta de información sobre la artritis reumatoide. Se desconoce cuáles son los síntomas de presentación más característicos, el pronóstico de la enfermedad y las diferentes opciones terapéuticas”.
Es muy importante que en el proceso de detección, diagnóstico y tratamiento oportuno de la AR se incluya el acompañamiento familiar y la guía por parte de los profesionales de la salud, pues son ellos quienes confirman el desarrollo de la enfermedad y el manejo adecuado que se le debe dar.
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El tratamiento de la artritis reumatoide debe ser individualizado y depende de la severidad de cada caso. Para el especialista Molina resulta primordial “consultar oportunamente al especialista ante síntomas sugestivos de la enfermedad, pues una vez establecida es fundamental una óptima y adecuada relación con el médico tratante, un seguimiento frecuente por el reumatólogo y un cumplimiento riguroso del tratamiento con los medicamentos formulados. Todo esto, debe ir acompañado de una dieta balanceada, evitar el tabaquismo y realizar actividad física prescrita por el especialista”.