La mayoría de investigaciones clínica, coincide en señalar que aproximadamente el 70 % de los pacientes que han recibido algún tratamiento regresan a su consumo habitual por lo menos durante los tres primeros mese después de haberlo terminado.
* 7 de cada 10 pacientes vuelven a tratarse, según el Observatorio Argentino de Drogas.
* Un estudio del Instituto Nacional de Abuso de Drogas de Estados Unidos identifico el área del cerebro que produce la recaída en el consumo de drogas, se trata de la corteza prefrontal medial. (La investigación fue hecha en ratas adictas a la heroína en el 2011).
·Para evitar las recaídas hay que detectas situaciones de alto riesgo e implementar estrategias de afrontamiento.
El consumo de Sustancias Psicoactivas es una problemática que requiere atención dentro de las políticas de salud pública, por fortuna, el tema es de pertinencia para la comunidad científica y para el gobierno colombiano. No obstante, el tema de las recaídas en adicciones no lo es tanto.
Y es que en el arduo camino de la recuperación a la drogadicción o al alcoholismo, una recaída puede ser devastadora, no sólo para el individuo sino para su entorno afectivo, familiar, laboral, escolar y social. Es por eso que un plan para prevenir las recaídas es vital. Al respecto,la psicóloga Angie Pérez, cuya tesis de maestría clínica se centra en el tema de recaídas (Nota 2), explica que en el campo de la adicción, la reincidencia se puede detectar y detener, de tal manera que entender su naturaleza e identificar los factores de riesgo y protección es fundamental para desarrollar intervenciones eficaces.
La psicóloga Angie Pérez, directora científica de IPS Centro de Psicólogos explica que aproximadamente el 75% de todas las recaídas responden a: estados emocionales, conflictos interpersonales y presión social. Estos factores se traducen en cosas cotidianas como: crisis de pareja, problemas financieros, pérdida del empleo, conflictos familiares, problemas de salud, etc.
Debido a éstas razones, la identificación de situaciones de riesgo para la recaída sigue siendo un componente central para el tratamiento, en palabras de la especialista “el psicólogo debe indagar por factores desencadenantes al inicio del consumo, sus antecedentes y consecuencias en los estilos de vida que se relacionan con la recaída o el consumo”.
Ante esto, lo primero que se puede hacer para prevenir una recaída es conocer las señales de alerta que se asocian al consumo de sustancias psicoactivas:
• El pensamiento obsesivo por volver a usar la sustancia regresa (pensamientos constantes y conversaciones con pares que reviven la situación de consumo)
• El individuo comienza a desafiar su plan de recuperación volviendo a lugares de riesgo y relacionándose con personas asociadas con el uso.
• La persona deja de ir a reuniones de apoyo, falta a las citas con el terapeuta, etc.
• Aumentan sentimientos de irritabilidad e intolerancia.
• Se disparan problemas legales como arrestos, escándalos, riñas callejeras, etc.
• Se presentan estados emocionales como depresión, ansiedad e insomnio.
• Existe incumplimiento con las obligaciones laborales, educativas o de casa.
• Aumentan las discusiones en el hogar y la familia.
Intervención
Entre muchas opciones, existe una intervención desarrollada después de dos décadas de investigación con muy buenos resultados. Se llama Prevención de Recaída Basada en Mindfulness. El objetivo de ésta es enseñar habilidades de afrontamiento en situaciones de alto riesgo y desarrollar conciencia y aceptación de pensamientos y sentimientos. En palabras sencillas es realizar un entrenamiento para que la persona en recuperación sepa reaccionar de forma asertiva ante situaciones de alto riesgo.
Medidas de prevención de recaída:
1. No promover ningún tipo de uso de sustancias, incluyendo nicotina y alcohol.
2. No promover la participación en ambientes en los que exista la posibilidad de volver a experimentar con sustancias.
3. No facilitar la irresponsabilidad en el trabajo e independencia financiera.
4. Promover todo lo que represente un sistema de apoyo para el individuo como terapias familiares, grupales, actividad física, recreación, meditación, espiritualidad.
5. Reforzar situaciones que son agradables o que disfruta la persona.